Este es el accidente de seguridad de fábrica más aterrador jamás visto. Una vez más, me gustaría recordar que todos los empleados, especialmente aquellos que a menudo trabajan con máquinas, deben respetar las normas de seguridad y los procedimientos operativos, y no deben ser descuidados ¡Un pequeño descuido puede costarle la vida!
Se recuerda antes de reproducir que la imagen tiene demasiada sangre, lo que puede causar molestias al espectador:
COMO SE PUDO PREVENIR ¿Cómo funciona el pedal de hombre muerto?
Si dos maquinistas se ponen a hablar en un tren sobre el hombre muerto de la cabina, seguramente muchos pasajeros se asusten y alguno hasta sería capaz de llamar a la Policía. Sin embargo, a no ser que haya evidencias para hacerlo, no hay nada que temer. Al contrario, ¡lo peligroso sería que el tren fuera sin hombre muerto! Se trata de un importante sistema de seguridad.
El pedal de hombre muerto
Con este nombre tan peculiar (un tanto oscuro para ser sinceros) se denomina a un dispositivo cuya misión es determinar si hay alguien conduciendo el tren y si se encuentra consciente. En caso negativo, se acciona el frenado de emergencia para evitar cualquier tipo de accidente que se pudiera producir en caso de que:
El maquinista abandonara la cabina.
Sufriera algún desmayo o pérdida de conocimiento.
Falleciera durante el viaje.
Su funcionamiento es muy simple. Por lo general, se trata de un pedal que el maquinista debe pisar y soltar de manera constante, de tal manera que así comunique al tren que hay actividad. Según el tipo de tren, también puede haber algún botón de hombre muerto en el pupitre o estar integrado en el propio regulador de tracción. Por ejemplo, en los tranvías Citadis este dispositivo es una ruedecita situada en un costado de este mando.
En todos los casos, pasado un tiempo determinado, el sistema emite una señal acústica tras la que se produce el frenado de emergencia si no se realiza ninguna acción. En el caso de los trenes que circulan por las líneas de Adif se aplican los siguientes criterios:
Con el pedal pisado
Si el dispositivo se encuentra accionado, a los treinta segundos se enciende una luz en el pupitre. Si el maquinista no reacciona, a los dos segundos y medio salta el aviso acústico. En caso de que no se suelte el pedal en otros 2,5 segundos, se activa el frenado de emergencia.
Sin el pedal pisado
En este caso, la secuencia se mantiene pero se reduce el tiempo inicial. Así, la luz se enciende a los 2,5 segundos tras haberse soltado el pedal. Este es el mismo tiempo que, posteriormente, tarda en activarse el aviso acústico y, a continuación, el frenado de emergencia.