El inigualable puente de Japón que parece una montaña rusa y es considerado una maravilla de la ingeniería que no ha sido replicado en ninguna parte del mundo.
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La mayoría de las personas que ven el puente Eshima Ohashi, seguramente lo primero que piensan es que esa construcción no es real por su manera tan extrema en la que todos los días pasan infinidades de automóviles.
Este puente se ubica en Japón y fue construido para atravesar el lago Nakaumi, está hecho de hierro y hormigón es hasta el momento es la estructura rígida más grande de Japón.
Por ello es que este puente se ha vuelto famoso en todo el mundo por su manera tan exótica y el vértigo que genera a todos los que suben a la construcción.
De acuerdo con la información de Clarín, cuenta con 44 metros de alto, su pendiente no es tan pronunciada como parece: alcanza el 5,1% y el 6,1% en sus respectivos lados. Esto lo convierte en uno de los puentes más ingeniosos del mundo en términos de diseño arquitectónico, pero también uno de los más llamativos por la sensación de peligro que produce.
Los constructores tenían por objetivo crear un viaducto que permitiera el paso de embarcaciones y vehículos sin necesidad de interrumpir el tráfico. Por este motivo, en lugar de un puente levadizo, optaron por una estructura rígida con una pendiente no apta para cardíacos ni personas con acrofobia.