Así lo afirman numerosos expertos, entre ellos los del Centro Nacional Español de Materiales. Estos y otros científicos coinciden en que a igual grosor, la telaraña es más resistente que el acero.
De hecho, se ha sugerido que una hebra de seda de araña del diámetro de un lápiz podría detener un Boeing 747 en vuelo. Sin embargo, lo que las hace especialmente interesantes es su relación entre elasticidad y resistencia: pueden estirarse sin romperse hasta veinte veces su tamaño.
Encontrar telarañas es algo de lo más común tanto en la naturaleza como en cualquier rincón de nuestra casa. Nos parece algo frágil que podemos retirar con un solo gesto, pero lo cierto es que no somos conscientes de la resistencia que tienen estos finos tejidos hechas por las arañas. Estos aparentemente finos hilos son considerados el material fibroso más resistente que existe.
Proporcionalmente, este material resulta incluso más resistente que el acero, lo que significa que un filamento de tela de araña de, aproximadamente, 0,004 milímetros de diámetro es más resistente que un hilo de acero del mismo grosor. A este dato hay que sumarle su grandísima elasticidad, ya que la tela de araña puede estirarse hasta conseguir de dos a cuatro veces más su longitud original sin romperse.
Las telas de araña varían en tipología según la especie de araña. Encontramos que algunas especies de araña pueden producir más de un tipo de seda dependiendo del objetivo que tengan. Estos tipos varían según si quieren cazar insectos para comérselos, escalar alturas, inmovilizar presas que hayan caído en sus redes o crear nidos para depositar sus huevos, entre otras funciones que pueden desempeñar estos magníficos hilos.
La tela de araña más resistente de todas fue descubierta en las glándulas de la llamada araña de corteza de Darwin, que habita en la isla africana de Madagascar y, más concretamente, en el parque natural Andasibe-Mantadia. Los científicos que atrajeron la atención sobre esta araña publicaron su investigación en las revistas Journal of Arachnology y PLoS One. Su investigación prueba que la tela de araña de la araña de corteza de Darwin posee una resistencia y una flexibilidad espectaculares, constituyendo el material biológico más resistente del mundo. Su dura seda de 2’8 metros cuadrados puede suspenderse a través de ríos y lagos de 25 metros de ancho, lo cual ha hecho reflexionar a los científicos sobre las posibilidades tecnológicas de este material.
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