El aluminio fundido se manipula típicamente a 700 ° C a 788 ° C para evitar una solidificación prematura. El contacto con el aluminio fundido puede provocar quemaduras graves y crear un riesgo de incendio grave. Mezclar agua u otros contaminantes con aluminio fundido puede provocar explosiones.
También pueden producirse explosiones en el proceso de refundición de la chatarra de aluminio debido a la humedad y la contaminación de la chatarra. Estas explosiones varían ampliamente en violencia y pueden provocar lesiones o la muerte, así como la destrucción de equipos e instalaciones de la planta.
¿Y por qué es tan peligroso?
Antes del colapso de las Torres Gemelas en el World Trade Center, se escucharon poderosas explosiones dentro de los edificios. Posteriormente, las explosiones se atribuyeron a la mezcla de grandes cantidades de aluminio fundido con agua y otros contaminantes.
La opinión de los expertos cree que cuando los aviones entraron en las torres y se alojaron presumiblemente cerca del centro de los edificios, los cascos de los aviones quedaron atrapados dentro de una capa aislante de escombros de construcción. La opinión asume además que los cascos, en lugar de los edificios, absorbieron la mayor parte del calor del combustible de avión en llamas. El intenso calor derritió el aluminio en los cascos que luego fluyó hacia abajo a través de los huecos y escaleras del edificio. El aluminio fundido reaccionó con el agua de los sistemas de rociadores en los pisos inferiores y otros contaminantes, como placas de yeso y óxido, resultando en explosiones violentas. Se cree que la fuerza generada por estas explosiones es la razón por la que las torres colapsaron y tan rápidamente. Hasta la fecha, esta opinión no ha sido probada debido a que las autoridades pertinentes se negaron a liberar los escombros restantes del World Trade Center para realizar más pruebas.
La industria del aluminio ha reportado más de 250 explosiones de aluminio / agua desde 1980. Alcoa Aluminium llevó a cabo un experimento en condiciones controladas, en el que se dejó reaccionar 20 kilogramos de aluminio fundido con 20 kilogramos de agua, a la que se le añadió algo de óxido. La explosión destruyó todo el laboratorio y dejó un cráter de 30 metros de diámetro.
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