La Segunda Guerra Mundial llevó a los diferentes territorios y bandos más allá de sus capacidades. Las industrias se dedicaron en exclusiva a crear recursos para la contienda, y la creatividad no fue menos. Engañar al enemigo se tornó muy efectivo y sobre todo, económico.
Tanto los Aliados como el Eje pusieron su empeño en fabricar artefactos como tanques falsos, objetos que podríamos bautizar como “trampantojos” de guerra. Desde falsos cañones hasta puentes construidos de tiras de tela, pasando por tanques y aviones que simulaban ser lo que no eran. Todo con el objetivo de hacer creer al enemigo que los recursos eran mucho más amplios de lo que en realidad eran.
Se crearon servicios especiales formados por cientos de personas: artistas plásticos, agencias de publicidad, artistas, directores de cine o escultores, formaban parte de la división del engaño.
Estos son algunos ejemplos de la sofisticación y la creatividad al servicio de la guerra:
Fotos realizadas el 18 de agosto de 1944. Este puente fue construido en Italia a base de tela de lienzo y arpillera. Montado durante la noche, fue bombardeado por los alemanes.
El ejército japonés también construyó falsa maquinaria de guerra. Estos aviones fueron encontrados por el Décimo Ejército estadounidense en los aeródromos nipones. Eran tan realistas que incluso de cerca parecían reales. Fueron construidos de paja. Imagen tomada el 2 de April de 1945.
En esta foto, un soldado estadounidense inspecciona un tanque falso construido por los alemanes cerca de Metz, Francia. Su estructura era de madera y estaba recubierto de cartón. Para el cañón fue utilizado un tubo de desagüe. 22 de noviembre de 1944.
En la isla de Rendova, los japoneses situaron falsos cañones a lo largo de la playa. La foto fue tomada el día de la invasión estadounidense, el 30 de junio de 1943.
Este tanque falso fue construido por los británicos. Fabricado en goma y pensado para ser inflado en 20 minutos. La imagen muestra el momento en el que los soldados terminaban de montarlo bajo una posición de camuflaje. 20 de mayo de 1944.
Un soldado británico se dispone a desempaquetar uno de los tanques inflables. Aunque el cuerpo y el cañón eran piezas diferentes, eran transportados unidos en una bolsa. Junto al soldado, el compresor que se utilizaba para su llenado.
En esta imagen se puede apreciar que, aunque ligeramente más pequeño, el tanque falso es muy similar al real. Teniendo en cuenta que estos eran vistos a mucha distancia, es fácil de comprender que cumplieran su función a la perfección.
La atención a los detalles prestada por los japoneses queda patente en esta imagen. Un tanque falso construido de cenizas volcánicas solidificadas. Un material blando que puede ser fácilmente esculpido con un cuchillo. Las formas tridimensionales eran mucho más efectivas.
Fuente: canalhistoria