Una adolescente rumana de 18 años que respondía al nombre de Anna Ursu murió electrocutada en Rumanía, cuando intentaba auto fotografiarse en el techo de un tren. Tras ser avisada por un transeúnte de la peligrosidad que corría con su acción, la joven se acercó demasiado al tendido eléctrico y recibió una poderosa descarga de 27.000 voltios.
Se convirtió en una "bola de fuego humana", declaró una amiga de la adolescente que también se encontraba encima del tren en el momento de la descarga. Por suerte para ella, la potencia de la detonación eléctrica le hizo volar por los aires, cayendo a las vías.
La persona que se encontraba en lugar de los hechos intentó auxiliar a Ursu apagando las llamas en las que se había sumido tras la descarga, pese a sus intentos, ingresó en el hospital con quemaduras en el 50% de su cuerpo, muriendo poco después.
Un portavoz del hospital explicó que Ursu mientras intentaba realizar el 'selfie' no había tocado directamente los cables de alta tensión, sino que su pie tan solo había entrado en el campo eléctrico que rodea dichas líneas, provocando la descarga que acabó con su vida, tal y como ha precisado el diario británico 'Daily Mail'. Esto sucedió el año 2015.
