Un trabajador de la construcción y una personas que trabaja su cuerpo en el gimnasio se midieron en un reto para determinar quién tenía más fuerza y los resultados fueron sorprendentes. Para que no haya desventaja ambos compitieron en el terreno de confianza del otro, esto es, en la sala de maquinas y en una obra realizando las tareas diarias que realiza el obrero.
A veces las apariencias engañan y, pese al físico atlético de la persona que va al gimnasio, en la primera prueba que fue pegarle a una bolsa de boxeo en un espacio de juegos eléctricos para ver quién obtenía el puntaje más alto el constructor obtuvo 7718 puntos con su golpe y el joven ejercitado alcanzó los 3878.
Luego fueron al terreno de confianza del albañil: allí la competencia fue quién podía levantar más bolsas de cemento, una práctica cotidiana para uno e inusual para el otro. Los resultados fueron contundentes: mientras el obrero pudo alzarse al hombro dos bolsas con comodidad, el hombre fitness a duras penas pudo con la primera ya que cuando le cargaron la segunda, cayó al suelo rendido.
En la tercera prueba se dieron cita a un gimnasio donde la ventaja la tenía la persona asidua del establecimiento. Se sometieron al levantamiento de la máquina llamada prensa, que consta de subir una plataforma con las piernas, pero con el mayor peso posible en los costados. El hombre hizo sentir la localía: 300 kilogramos logró levantar, mientras que el obrero no pudo con sus 250kg.
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